Uno de cada diez marroquíes consiguen rehacer su vida más allá de las fronteras que limitan su país con el resto del mundo. Tres de cada quince senegaleses consiguen alimentar a sus niños, al borde de la desnutrición. Dos de cada cien argentinos se ven incapaces de sobrevivir a la sequía que invade cada vez más zonas del país. Cuatro de cada mil búlgaros se ven incapaces de permanecer en su país de origen, por miedo a perder sus vidas. Cinco de cada quince chinos se ven azotados por la ignorancia e incomprensión dentro de un país extranjero que, sin razón, no soporta verlos reír. Dos de cada diez rumanos ven como se les escapa la libertad y les aferra la corrupción. Dos de cada siete ucranianos se ven obligados al exilio, por Gobierno que lejos de acogerlos, los ridiculiza. Uno de cada cien polacos ven morir a sus niños por una contaminación que empieza por tí.
Dos de cada tres personas prefieren un mundo muerto, que matar el tiempo intentándolo arreglar.
Está en tus manos coger las de otros.
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