Lo mucho que perdemos cuando no nos abrazamos.
Ryan, un jóven de origen ruso nacido en Moscú en 1985 e instalado en los Estados Unidos llegó
aquella mañana con ganas de abrazar hasta la que ahora había sido su mayor confidente en todos
estos años de huida y transición.
(Ryan escapó de tierras rusas amenazado de muerte por la Guerra fría)
Esa mañana Lily había discutido con su pareja y fue el detonante para evitar cualquier tipo de
contacto humano, incluso llegando a rechazar varios intentos de acercamiento por parte de su mejor
amigo hasta el momento, Ryan, que le contaba de forma desesperada con una radio en la mano la
necesidad que esa mañana tenía de saber que en ese momento, más que nunca, podía contar con
ella.
Lily reclamaba todo ese espacio que nunca había tenido y que, ahora, encontraba de las manos de
Ryan que, como mejor amigo, siempre adelantaba acontecimientos y sabía lo que en cada momento
su amiga podía necesitar y así hacía.
De este modo, Ryan agarró aún más fuerte la radio y salió de casa pensando solamente en el bien de
esa chica que, rota en mil pedazos por aquella discusión, saldría ilesa de esta como otras muchas
veces había ocurrido, era valiente y un ejemplo para él.
Lily, que descansaba en paz, sola, tal y como lo había pedido, enciende la tv horas más tarde para
ver qué está pasando, qué ocurre, qué sucede a su alrededor. Una banda terrorista estadounidense,
en busca de cualquier soviético que pueda estar merodeando por el país, ha acabado con la vida de
Ryan, que había salido de casa con la fuerza necesaria para que su amiga, rota, pudiera construir
todo aquello que se había dejado en la discusión con Marcos, su pareja.
Porque Ryan había salido de aquella casa con la radio en la cual, unos segundos antes, había sabido
sobre la noticia del grupo terrorista estadounidense y sin aquel abrazo que le quitó la vida antes
incluso de que pudiesen matarlo.
A veces, si priorizamos, podemos descubrir la importancia de un abrazo justo en medio de un
puzzle a medio hacer. Porque todo lo que una pelea te puede quitar, te lo da el mismo abrazo que
has rechazado.
La raza es lo que menos dice de una persona cuando realmente estas interesado en conocerla.
Tú eliges.
Sergio Pintos - Educación en la diversidad. 14 de Febrero I.E.S Los Manantiales.
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